En una audiencia realizada este martes en los Tribunales de Rafaela, el juez Javier Bottero dictó sentencia contra el sacerdote Marcelo Ferrero, quien fue condenado a tres años de prisión de cumplimiento condicional por el delito de abuso sexual simple, agravado por su condición de ministro de culto. La causa fue investigada por la fiscal Fabia Burella y se resolvió mediante un juicio abreviado, en el que el acusado admitió su responsabilidad.
El hecho tuvo lugar en enero de este año durante un campamento organizado por el grupo scout de la localidad santafesina de Ramona, llevado a cabo en la provincia de Córdoba. La víctima, una adolescente menor de edad, formaba parte de la delegación.
Además de la condena, el juez dispuso la inhabilitación perpetua de Ferrero para ejercer el sacerdocio. También le prohibió ingresar a Ramona y le impuso residencia obligatoria en Córdoba durante el período de la pena. Deberá, además, asistir a talleres sobre masculinidades y otras instancias de reflexión.
Frente a la repercusión del caso, el Obispado de Rafaela emitió un comunicado en el que manifestó “dolor y perplejidad”, e informó que, al conocerse la denuncia en enero, se aplicaron los protocolos previstos en sus Normas Diocesanas. Entre otras medidas, se dispuso el cese de Ferrero en toda actividad pastoral, así como su alejamiento de la comunidad en la que ejercía.
El Obispado indicó que se mantiene a disposición de la Justicia y ratificó su compromiso con la protección de menores y adultos vulnerables.
